Liv Tyler: De Estrella Prometedora a una Vida Alejada de Hollywood

Liv Tyler, reconocida tanto por su innegable talento como por ser hija del famoso cantante Steven Tyler, parecía tener todo a su favor para triunfar en Hollywood. Sin embargo, a pesar de una carrera en ascenso y un futuro brillante en la gran pantalla, decidió apartarse del foco mediático, impulsada por sus propias experiencias de discriminación y las exigencias de la industria hacia las mujeres.

Los inicios de una figura

Nacida el 1 de julio de 1977 en Nueva York, Liv Rundgren Tyler es fruto de la relación entre Bebe Buell, modelo y musa del rock, y Steven Tyler, el carismático líder de Aerosmith. Curiosamente, durante sus primeros nueve años de vida, Liv creyó que su padre era Todd Rundgren, pareja de su madre y también músico, hasta que la verdad salió a la luz.

A los 14 años incursionó en el mundo del modelaje, pero su salto a la fama ocurrió a los 16 cuando participó en el videoclip “Crazy” junto a Alicia Silverstone, dirigido por su propio padre. Esa experiencia marcó el inicio de una prometedora carrera actoral, y antes de cumplir los veinte ya había participado en varias películas, incluyendo “Un testigo en silencio” y “Belleza robada”.

Desilusión y crítica al sistema

Desde joven, Liv Tyler no dudó en expresar su opinión sobre la discriminación que sufrían las mujeres en Hollywood. Según sus propias palabras, al llegar a cierta edad se empieza a sentir relegada: “A mi edad, eres como una ciudadana de segunda clase en Hollywood. Cuando sos adolescente o estás en tus veintes, existen múltiples papeles de ingenua que resultan atractivos, pero después la situación cambia por completo”.

La actriz siempre se manifestó como una mujer feminista y orgullosa de serlo, afirmando que fue tildada de controladora por prestar atención a los detalles, de inconsciente por arriesgarse a seguir sus sentimientos y de loca por no quedarse callada ante las injusticias. Este tipo de situaciones la motivaron a seguir luchando por sus ideales y por los derechos de todas las mujeres en la industria.

Un giro inesperado

El año 2003 fue clave en su carrera. Tras haber interpretado durante tres años a Arwen en la saga de “El Señor de los Anillos”, recibió advertencias sobre su físico: le decían que, si no bajaba de peso, le sería cada vez más difícil conseguir papeles importantes. A pesar de haber participado en películas como “Armageddon” y “El increíble Hulk”, Liv optó por dar un paso al costado.

La llegada de la pandemia en 2020 marcó un punto de inflexión. Liv canceló su contrato con Fox y se retiró de la serie “911: Lone Star”. La decisión respondió a un deseo personal de priorizar a su familia, evitando los riesgos de quedar separada de su esposo Dave Gardner —con quien se casó en 2014— y sus tres hijos, en un contexto donde viajar era casi imposible.

Una nueva etapa, lejos del cine

Hoy en día, Liv Tyler mantiene un perfil bajo y una vida mucho más tranquila, aunque no por ello menos activa. Es embajadora de buena voluntad de Unicef y continúa vinculada al mundo de la moda como imagen de los perfumes Very Irresistible de Givenchy.

En sus redes sociales, donde la siguen millones de personas, comparte momentos íntimos de su día a día: la infancia de sus hijos Milo (fruto de su relación con Royston Langdon), Sailor y Lula, así como fotos de sus mascotas y paisajes que la conmueven. Imágenes de cumpleaños, juegos, travesuras infantiles y hasta pequeños accidentes domésticos forman parte de su presente, lejos del bullicio y las presiones de Hollywood.