La irrupción de la inteligencia artificial está reconfigurando el escenario global y el sector educativo no es la excepción. En una movida pionera para la costa oeste de Estados Unidos, el Distrito de Colegios Comunitarios Grossmont-Cuyamaca (GCCCD) oficializó en noviembre el lanzamiento de su título de “Associate of Science” en Inteligencia Artificial Aplicada. Se trata de la primera carrera de este tipo en un colegio comunitario de California, diseñada específicamente para responder a una demanda laboral que crece a pasos agigantados.
Un programa diseñado para la accesibilidad
Javier Ayala, decano de Educación Técnica de Grossmont, remarcó que la importancia de este hito no radica únicamente en la existencia del título, sino en su estructura. El programa fue pensado para ser económicamente accesible y con un enfoque profundamente práctico. Antes de este lanzamiento, la oferta académica de la institución se limitaba a cursos de desarrollo de software y sistemas de información. Sin embargo, tras la salida de ChatGPT a finales de 2022, el colegio comenzó un trabajo exploratorio de tres años para desarrollar un currículo integral.
Pamela Luster, presidenta interina de Grossmont, explicó que la facultad y los socios de la industria identificaron una brecha significativa en la “alfabetización en IA” y el aprendizaje automático aplicado, especialmente en sectores clave como la salud, la biotecnología, la ciberseguridad y las agencias del sector público.
Estrategia de inversión y desarrollo curricular
La financiación del programa se logró mediante una combinación estratégica de fondos del Programa “Strong Workforce”, recursos existentes y la reasignación de horas docentes. Luster destacó que la inversión inicial se mantuvo austera, priorizando el desarrollo del plan de estudios y la capacitación del profesorado por encima de la compra masiva de equipamiento. No obstante, se prevén fondos adicionales para laboratorios y desarrollo profesional a través de subvenciones futuras.
El programa resultante incluye nuevos certificados sin crédito que introducen a los estudiantes en la IA generativa, los grandes modelos de lenguaje (LLM), el diseño de “prompts” y la ética en la tecnología. Estas certificaciones funcionan como un trampolín hacia cursos más avanzados donde se profundiza en aprendizaje automático, procesamiento del lenguaje natural y visión por computadora.
Respuesta a la demanda del mercado en San Diego
La iniciativa busca crear un “semillero” de talento local. San Diego alberga más de 70 empresas enfocadas en inteligencia artificial y, según informes recientes, la ciudad se posiciona entre los 20 principales mercados de talento tecnológico en Estados Unidos. Para asegurar que el título cumpla con las expectativas del mercado, Grossmont colaboró estrechamente con la Corporación de Desarrollo Económico del Este del Condado y líderes empresariales de la región.
Se estima que el programa podrá atender a entre 150 y 250 estudiantes anualmente, abarcando desde aquellos que recién inician sus estudios hasta profesionales que buscan un giro en su carrera. Además, este semestre se implementó el primer servidor dedicado exclusivamente a la instrucción de IA, permitiendo a los alumnos acceder a potencia de GPU a través de un navegador web, sin necesidad de contar con computadoras personales de alta gama.
El reverso de la moneda: el impacto cognitivo
Mientras instituciones como Grossmont avanzan en la profesionalización de estas herramientas, surge un debate paralelo sobre cómo los chatbots están moldeando los hábitos de aprendizaje. El uso de la IA para tareas cotidianas, desde estructurar ensayos hasta analizar datos, se ha generalizado, lo que ha llevado a los investigadores a cuestionar si esta dependencia afecta el pensamiento crítico.
Un estudio publicado por el MIT arrojó resultados preocupantes: los participantes que utilizaron ChatGPT para escribir ensayos mostraron una actividad cognitiva reducida y una menor capacidad de retención en comparación con aquellos que realizaron la tarea sin asistencia. Esto plantea interrogantes sobre cómo se desarrolla el aprendizaje cuando el proceso de escritura se terceriza.
Entre la confianza excesiva y la creatividad
Investigaciones adicionales de la Universidad Carnegie Mellon y Microsoft reforzaron estas preocupaciones, vinculando una mayor confianza en las herramientas de IA con niveles más bajos de compromiso crítico por parte de trabajadores administrativos. Existe el riesgo latente de una dependencia desmedida que podría atrofiar habilidades analíticas.
Sin embargo, el panorama no es totalmente sombrío. Un estudio de Oxford University Press presentó matices importantes: muchos alumnos sintieron que la IA apoyaba habilidades como la revisión y fomentaba la creatividad. El problema surge cuando las tareas se vuelven demasiado fáciles, limitando el aprendizaje profundo. Los expertos concluyen que el resultado depende enteramente del enfoque pedagógico: si la IA se utiliza como un tutor y no como un atajo, tiene el potencial de potenciar el aprendizaje en lugar de debilitarlo.