La educación ha sido siempre una piedra angular en la misión de la National Geographic Society. Desde sus inicios, la organización ha promovido el aprendizaje como una vía para explorar y comprender el mundo, impulsando tanto a educadores como a estudiantes a proteger la maravilla de nuestro planeta.
En 1985, el presidente emérito Gil Grosvenor lanzó el Programa de Educación Geográfica con el objetivo de ofrecer recursos educativos de calidad, alineados con los estándares, centrados en la geografía y disciplinas afines. A lo largo de las últimas cuatro décadas, esta iniciativa ha crecido exponencialmente, llevando los conocimientos, experiencias y habilidades de los Exploradores de National Geographic directamente a aulas y comunidades de todo el mundo. En este mes de mayo, la Sociedad celebra el legado de sus programas educativos y refuerza su compromiso de transformar la educación a través de una visión renovada que convierte la curiosidad en posibilidades reales.
La educación como motor de cambio
En colaboración con investigadores, docentes, líderes comunitarios y personas de todas las edades, National Geographic Education trabaja en la intersección entre ciencia y narración, con el fin de ampliar las fronteras del conocimiento y la práctica educativa. Su objetivo es mejorar los resultados científicos, fomentar nuevos saberes e impulsar cambios de actitud y comportamiento que favorezcan esfuerzos de conservación sostenibles y resilientes a largo plazo.
Esta visión apuesta por formar a una nueva generación de agentes de cambio y defensores del medio ambiente, brindándoles las herramientas y conocimientos necesarios para comprender mejor su entorno y actuar en su preservación.
En el corazón de este enfoque se encuentra el desarrollo de una mentalidad exploradora, un conjunto de actitudes, habilidades y conocimientos que los Exploradores aplican para encontrar soluciones a los grandes desafíos del planeta. National Geographic busca fomentar esta mentalidad en jóvenes y educadores mediante recursos educativos, experiencias directas con Exploradores y proyectos que amplifican el impacto de su labor.
Concretando la visión educativa
Para materializar esta nueva visión, la Sociedad ha centrado sus capacidades en fomentar vínculos auténticos con las comunidades, trabajar con base en evidencia junto a educadores y Exploradores, y co-crear contenidos y experiencias inmersivas en terreno. Estas estrategias ya se están implementando en programas, subvenciones y soluciones de diseño educativo.
Los Exploradores son el eje central de todas las acciones. Aquellos que reciben financiamiento con fines educativos ocupan un lugar especial, ya que integran ciencia, exploración, narración y enseñanza. Usan sus conocimientos para enriquecer los saberes locales, co-diseñar soluciones con las comunidades y documentar sus proyectos de forma visual y narrativa.
Ejemplos de estas colaboraciones incluyen a Hilario Poot-Cahun, lingüista y educador maya que ofrece formación STEM en lengua ancestral a niños yucatecos; Edem Mahu, profesora de geoquímica marina que promueve la cultura oceánica en Ghana; y KM Reyes, conservacionista y organizadora comunitaria en Filipinas que educa a las comunidades sobre su entorno natural para proteger los bosques.
Recursos abiertos y alianzas estratégicas
National Geographic Education también está ampliando las formas en que personas de todas las edades pueden conectar con la misión de la Sociedad. A través del portal “PowerED by National Geographic Society” en OER Commons, se ofrecen recursos educativos abiertos (OER) que permiten aprovechar y difundir el trabajo de los Exploradores. Estos contenidos son editables y alineados con la misión, lo que facilita su adaptación a contextos locales y necesidades específicas.
Los OER brindan a educadores y Exploradores la posibilidad de proponer ideas y proyectos sustentados en la experiencia global de National Geographic, y compartir estos conocimientos con comunidades de aprendizaje más amplias mediante la adopción, adaptación, revisión y difusión de nuevo saber.
Las alianzas con otras organizaciones también son clave. Un ejemplo destacado es la creación en 2006 del programa Grosvenor Teacher Fellowship (GTF), que ofrece expediciones de aprendizaje profesional a educadores de nivel inicial a secundario, gracias a la colaboración con Lindblad Expeditions. Este programa refleja cómo la educación puede convertirse en una experiencia transformadora que impacta tanto dentro como fuera del aula